Suena el teléfono (rin, rin, rin)
Stephany: Bueno.
Marisol: ¡Hola Stephany!, acabó de llegar de Canadá me gustaría que nos viéramos.
Stephany: Si estás libre esta tarde, te invito a comer a mi casa.
Marisol: ¡Claro! Espero que no haiga problema si llevo a mi hija.
Stephany: No, para nada, te espero a las 3 ¿ok?, bueno me voy. Cuídate nos vemos al rato.
Entran en escena el esposo con la esposa 1 y suena su teléfono
Esposo: Si querida.
Stephany: ¿Dónde estás?
Esposo: Ocupado en una junta.
Esposa: Te espero a comer, vendrá una amiga y quiero que la conozcas.
Esposo: Está bien te veo en la tarde (molesto)
La esposa acomoda la mesa. Tocan el timbre (din don, din don). La esposa abre la puerta
Marisol: ¡Hola cuánto tiempo sin vernos!
Stephany: Pasa Marisol, con confianza. Pasa Mónica, que bueno que llegaron. Siéntense por favor.
Todas se sientan y llega el esposo
Esposa2: ¡Hola mi amor!, ¡qué bueno que llegaste!
Esposo: (mirada seductora) Saluda a Mónica. ¡Hola bella dama!
Esposa2: Siéntate a comer.
Esposo: ¿Qué hiciste de comer?
Esposa2: Chilaquiles al mojo de ajo y agua de “Tang”.
Esposo: Yo esperaba algo como, caimán a la tamarindo o mandril a la naranja. Aparte vengo lleno dieron bocadillos en la junta.
Esposa 2: Ok, espero que al menos nos acompañes en la mesa.
Esposo: No, iré a la cama. (Y se retira molesto).
Esposa2: Discúlpenlo seguro se siente cansado.
Mónica se pone nerviosa.
Mónica: ¿Puedo ir al baño?
Stephany: ¡Claro!, sube y a la derecha esta el baño.
Mónica se retira corriendo.
Stephany: Marisol, ¿está bien tu hija?
Marisol: Sí, ¡claro! seguro esta otra vez con las nauseas por el embarazo. ¡No le hace, no pasa nada!
En el baño, Mónica llora.
Mónica: ¡No puede ser! El esposo de Stephany es el padre de mi hijo. (Se inca, suplicante) Por favor, San Juditas ayúdame para saber quién es el padre de mi hijo. De cualquier forma, no puedo sola con todo esto.
De repente un aire alentador toca a Mónica y en el lavabo del baño aparece un cempasúchil.
Mónica: ¡Qué extraño! ¿De dónde abrá salido esto?, mejor lo tiro, no vaya a ser brujería o algo peor. (En tono burlón) Y yo que le voy a andar rezando a San Juditas, como si Él fuera a resolver mis problemas.
Tocan la puerta del baño muy fuerte
Esposo: ¡Rápido por favor!, ¡abran que me estoy haciendo!
Mónica: (abre la puerta muy molesta) ¡Eres un patán!, le diré a tu esposa toda la verdad.
Esposo: Sí, sí, como gustes, pero ábrete que tengo que entrar, luego sigues con tus dramas. (Y con fuerza la quita de la puerta)
Mónica baja muy molesta con Stephany y Marisol.
Marisol y Stephany: ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
Marisol: Seguro necesitas un laxante ¿verdad? No te apures ahorita voy por uno.
Stephany: Sí, no te apures ya verás que ahorita sale todo.
Mónica: (molesta) ¡Ya basta! No es por eso que estoy molesta. Stephany, tengo que decirte algo…
Tocan el timbre con mucha desesperación.
Stephany: (grita) Ya voy ¡por Dios! Casi destruyen el timbre. (abre la puerta).
Stephany: (asombrada) Vanesa, ¿qué haces aquí?
Vanesa:(Pasa a la casa muy decidida) Vengo por lo que es mío. Ya me cansé de que Rodrigo Sebastián Díaz Castillo no viva conmigo; además, yo sé que es muy feliz en mi casa.
Stephany: ¡Por favor Vanesa!, tengo visitas compórtate, no seas una potable. ¡Si Rodrigo Sebastián Díaz Castillo te quisiera ya se hubiera ido a vivir contigo!
Vanesa y Stephany están apunto de los golpes, cuando interrumpe Mónica.
Mónica: ¡Ya basta!, tengo que decirles algo…
Marisol: ¿Qué pasa ahora?, ¿qué es lo que tienes que decir? ¡Habla Mónica! (Con enojo). No te quedes callada. Discúlpenla siempre ha sido algo dramática (apenada). Continúa hija.
Todas la escuchan con calma
Mónica: El hijo que yo estoy esperando…
Baja Rodrigo Sebastián
Rodrigo: ¿qué pasa ahora? ¿por qué tanto ruido? ¡Que no ven que estoy bien entrado viendo el partido de la selección! (Molesto) ¡Váyanse a discutir a otro lado! (Asombrado) ¿Y tú qué haces aquí Vanesa? ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¡Me hubieras hablado a mi nextel! (En tono de burla) Y tú Stephany por favor, ya corre a tus amigas y me subes unas botanas ¿no?, para seguir viendo el partido.
Stephany: ¡Como digas mi amor!
Vanesa: Yo no vine por dinero, yo vine por ti Rodrigo Sebastián Díaz Castillo. ¡Ya me canse de vivir en otra casa y de que vivas con esta mujer!
Mónica: (enojada) El hijo que espero es de Rodrigo Sebastián Díaz Castillo.
Stephany: (sorprendida) ¿Cómo? ¿Qué has dicho? ¡No puedo creerlo! (Asombrada)
Marisol: ¡Ay amiga! por favor, no te hagas la sorda. Dijo que tu marido te puso el cuerno con mi hija.
Esposo: (enojado) ¡Es suficiente!, ¿quieren saber la verdad? Bueno, pues se las diré ahora mismo. El hijo de Mónica tal vez sea mío, no lo sé, con eso de que me contaron que es medio potable; igual y sale que no es mío. Yo no quiero vivir con Vanesa porque luego quiere que le ayude al quehacer y aquí con Stephany me gusta porque no hago nada. Y en cuanto a que es lo que quiero, pues es simple: ¡quiero que todas se vayan a sus respectivas casas y me dejen ver mi partido de la selección!
Marisol: (molesta) ¿Cómo te atreves a decir eso de Mónica? (indignada). Está bien que tuvo muchos novios y que no esté casada, pero ¡mentirosa no es! (con valentía)
Vanesa: ¡Eres un cretino!, pero sabes una cosa, jamás vuelvas a mi casa porque no te recibiré.
Esposo: No espérate Vanesa, si no es para tanto.
Stephany: Pero Rodrigo Sebastián Díaz Castillo ¿qué acaso no eres feliz viviendo aquí conmigo?
Esposo: Sí, pero la verdad, me gusta más como cocina Vanesa.
Mónica: Y qué hay de mí, ¿qué acaso no te casarás conmigo?, ¡tendremos un hijo!
Rodrigo: ¡Nariz!, pus ¿qué horas traes?, cuando nazca tu hijo, ya veremos si soy el padre. Si lo soy te pongo casa y una tienda para que lo mantengas, pero casarme ni hablar.
Stephany: ¿Cómo te atreves Mónica? ¡Largo de mi casa!, no quiero verte. Y tú, Rodrigo Sebastián Díaz Castillo ni creas que seguiré contigo te largas también. Es más, ¡todos se me van ya de mi casa!, y tú, Marisol, no me vuelvas a hablar.
Vanesa: (molesta) ¡A mí nadie me corre!, yo me largo (le tira un vaso de agua a Rodrigo)
Esposo: (molesto) ¡Maldita! ni quien quiera vivir contigo.
Marisol: ¡Vámonos Mónica!, no tenemos que hacer nada aquí.
Mónica: (llorando) ¡Eres un patán!
Esposo: Sí, sí, pero ya vete, que estamos muy ocupados.
Mónica y Marisol también se van.
De repente una brisa toca a Rodrigo, se oyen unas campanitas y una voz que dice: ¡no manches! cierren la puerta porque pega mucho el frijolito.
Esposa 2: Ok, espero que al menos nos acompañes en la mesa.
Esposo: No, iré a la cama. (Y se retira molesto).
Esposa2: Discúlpenlo seguro se siente cansado.
Mónica se pone nerviosa.
Mónica: ¿Puedo ir al baño?
Stephany: ¡Claro!, sube y a la derecha esta el baño.
Mónica se retira corriendo.
Stephany: Marisol, ¿está bien tu hija?
Marisol: Sí, ¡claro! seguro esta otra vez con las nauseas por el embarazo. ¡No le hace, no pasa nada!
En el baño, Mónica llora.
Mónica: ¡No puede ser! El esposo de Stephany es el padre de mi hijo. (Se inca, suplicante) Por favor, San Juditas ayúdame para saber quién es el padre de mi hijo. De cualquier forma, no puedo sola con todo esto.
De repente un aire alentador toca a Mónica y en el lavabo del baño aparece un cempasúchil.
Mónica: ¡Qué extraño! ¿De dónde abrá salido esto?, mejor lo tiro, no vaya a ser brujería o algo peor. (En tono burlón) Y yo que le voy a andar rezando a San Juditas, como si Él fuera a resolver mis problemas.
Tocan la puerta del baño muy fuerte
Esposo: ¡Rápido por favor!, ¡abran que me estoy haciendo!
Mónica: (abre la puerta muy molesta) ¡Eres un patán!, le diré a tu esposa toda la verdad.
Esposo: Sí, sí, como gustes, pero ábrete que tengo que entrar, luego sigues con tus dramas. (Y con fuerza la quita de la puerta)
Mónica baja muy molesta con Stephany y Marisol.
Marisol y Stephany: ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
Marisol: Seguro necesitas un laxante ¿verdad? No te apures ahorita voy por uno.
Stephany: Sí, no te apures ya verás que ahorita sale todo.
Mónica: (molesta) ¡Ya basta! No es por eso que estoy molesta. Stephany, tengo que decirte algo…
Tocan el timbre con mucha desesperación.
Stephany: (grita) Ya voy ¡por Dios! Casi destruyen el timbre. (abre la puerta).
Stephany: (asombrada) Vanesa, ¿qué haces aquí?
Vanesa:(Pasa a la casa muy decidida) Vengo por lo que es mío. Ya me cansé de que Rodrigo Sebastián Díaz Castillo no viva conmigo; además, yo sé que es muy feliz en mi casa.
Stephany: ¡Por favor Vanesa!, tengo visitas compórtate, no seas una potable. ¡Si Rodrigo Sebastián Díaz Castillo te quisiera ya se hubiera ido a vivir contigo!
Vanesa y Stephany están apunto de los golpes, cuando interrumpe Mónica.
Mónica: ¡Ya basta!, tengo que decirles algo…
Marisol: ¿Qué pasa ahora?, ¿qué es lo que tienes que decir? ¡Habla Mónica! (Con enojo). No te quedes callada. Discúlpenla siempre ha sido algo dramática (apenada). Continúa hija.
Todas la escuchan con calma
Mónica: El hijo que yo estoy esperando…
Baja Rodrigo Sebastián
Rodrigo: ¿qué pasa ahora? ¿por qué tanto ruido? ¡Que no ven que estoy bien entrado viendo el partido de la selección! (Molesto) ¡Váyanse a discutir a otro lado! (Asombrado) ¿Y tú qué haces aquí Vanesa? ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¡Me hubieras hablado a mi nextel! (En tono de burla) Y tú Stephany por favor, ya corre a tus amigas y me subes unas botanas ¿no?, para seguir viendo el partido.
Stephany: ¡Como digas mi amor!
Vanesa: Yo no vine por dinero, yo vine por ti Rodrigo Sebastián Díaz Castillo. ¡Ya me canse de vivir en otra casa y de que vivas con esta mujer!
Mónica: (enojada) El hijo que espero es de Rodrigo Sebastián Díaz Castillo.
Stephany: (sorprendida) ¿Cómo? ¿Qué has dicho? ¡No puedo creerlo! (Asombrada)
Marisol: ¡Ay amiga! por favor, no te hagas la sorda. Dijo que tu marido te puso el cuerno con mi hija.
Esposo: (enojado) ¡Es suficiente!, ¿quieren saber la verdad? Bueno, pues se las diré ahora mismo. El hijo de Mónica tal vez sea mío, no lo sé, con eso de que me contaron que es medio potable; igual y sale que no es mío. Yo no quiero vivir con Vanesa porque luego quiere que le ayude al quehacer y aquí con Stephany me gusta porque no hago nada. Y en cuanto a que es lo que quiero, pues es simple: ¡quiero que todas se vayan a sus respectivas casas y me dejen ver mi partido de la selección!
Marisol: (molesta) ¿Cómo te atreves a decir eso de Mónica? (indignada). Está bien que tuvo muchos novios y que no esté casada, pero ¡mentirosa no es! (con valentía)
Vanesa: ¡Eres un cretino!, pero sabes una cosa, jamás vuelvas a mi casa porque no te recibiré.
Esposo: No espérate Vanesa, si no es para tanto.
Stephany: Pero Rodrigo Sebastián Díaz Castillo ¿qué acaso no eres feliz viviendo aquí conmigo?
Esposo: Sí, pero la verdad, me gusta más como cocina Vanesa.
Mónica: Y qué hay de mí, ¿qué acaso no te casarás conmigo?, ¡tendremos un hijo!
Rodrigo: ¡Nariz!, pus ¿qué horas traes?, cuando nazca tu hijo, ya veremos si soy el padre. Si lo soy te pongo casa y una tienda para que lo mantengas, pero casarme ni hablar.
Stephany: ¿Cómo te atreves Mónica? ¡Largo de mi casa!, no quiero verte. Y tú, Rodrigo Sebastián Díaz Castillo ni creas que seguiré contigo te largas también. Es más, ¡todos se me van ya de mi casa!, y tú, Marisol, no me vuelvas a hablar.
Vanesa: (molesta) ¡A mí nadie me corre!, yo me largo (le tira un vaso de agua a Rodrigo)
Esposo: (molesto) ¡Maldita! ni quien quiera vivir contigo.
Marisol: ¡Vámonos Mónica!, no tenemos que hacer nada aquí.
Mónica: (llorando) ¡Eres un patán!
Esposo: Sí, sí, pero ya vete, que estamos muy ocupados.
Mónica y Marisol también se van.
De repente una brisa toca a Rodrigo, se oyen unas campanitas y una voz que dice: ¡no manches! cierren la puerta porque pega mucho el frijolito.
Stephany: ¿Y tú, qué esperas para irte?, ¡no quiero que regreses!
Esposo: ¡Stephany aguántame! (suplicante) nada más que acabe el partido y ya me voy. Además, de todas con las que he estado ¡tú eres la más bonita! (y murmurando hace mutis) y la más fastidiosita e irritable, pero eso sí, me tiene mi ropa limpia.
Se siente una brisa y cae un cempasúchil. Stephany se persigna y lo toma con una señal.
Stephany: (Dirigiéndose al público) ¡Gracias San Juditas por mantener la armonía de mi hogar! Está bien quédate (viendo a Rodrigo con ojos de perrito a medio morir), pero no quiero ver a esas viejas locas en mi casa.
Esposo: ¡Eso chinga! Ándale vente, vamos a ver el partido de la selección
Los dos se sientan en la sala. Suena el nextel del esposo. Se levanta y se retira un poco para contestar
Esposo: bueno, ¡ah! ¡Hola! (murmurando) Daniela, te veo mañana en el restauran de siempre, ¡cuídate nos vemos, amorcito!.
Stephany: ¿Quién era mi amor?
Esposo: Nadie, nada importante sólo de la oficina…
Stephany: ¡Por eso te quiero!, ¡por trabajador!
Esposo: ¡Stephany aguántame! (suplicante) nada más que acabe el partido y ya me voy. Además, de todas con las que he estado ¡tú eres la más bonita! (y murmurando hace mutis) y la más fastidiosita e irritable, pero eso sí, me tiene mi ropa limpia.
Se siente una brisa y cae un cempasúchil. Stephany se persigna y lo toma con una señal.
Stephany: (Dirigiéndose al público) ¡Gracias San Juditas por mantener la armonía de mi hogar! Está bien quédate (viendo a Rodrigo con ojos de perrito a medio morir), pero no quiero ver a esas viejas locas en mi casa.
Esposo: ¡Eso chinga! Ándale vente, vamos a ver el partido de la selección
Los dos se sientan en la sala. Suena el nextel del esposo. Se levanta y se retira un poco para contestar
Esposo: bueno, ¡ah! ¡Hola! (murmurando) Daniela, te veo mañana en el restauran de siempre, ¡cuídate nos vemos, amorcito!.
Stephany: ¿Quién era mi amor?
Esposo: Nadie, nada importante sólo de la oficina…
Stephany: ¡Por eso te quiero!, ¡por trabajador!
El subgénero dramático de la obra es farsa cómica, ya que logra que sus personajes sean caricaturas grotescas de la infidelidad.
RED ACTANCIAL
Protagonista
Esposo (Rodrigo Sebastián)
Objetivo: Su esposa Stephany lo siga cuidando y ver el partido de la selección
Ayudante oponente
Esposa2 Stephany esposa1 Vanesa y Mónica
destinador destinatario
Marisol, Mónica y Vanesa Stephany
Las acotaciones que utilizamos son de actitud, lugar, movimiento y tiempo.
El tiempo en el que está la obra es fábula ya que se usa un orden cronológico.
El discurso que empleamos fue el de diálogo porque los personajes conversan entre sí.
La estructura un solo acto, 6 escenas ya que son los momentos en los que salen y entran personajes y 3 cuadros o escenografías diferentes.
Esposo (Rodrigo Sebastián)
Objetivo: Su esposa Stephany lo siga cuidando y ver el partido de la selección
Ayudante oponente
Esposa2 Stephany esposa1 Vanesa y Mónica
destinador destinatario
Marisol, Mónica y Vanesa Stephany
Las acotaciones que utilizamos son de actitud, lugar, movimiento y tiempo.
El tiempo en el que está la obra es fábula ya que se usa un orden cronológico.
El discurso que empleamos fue el de diálogo porque los personajes conversan entre sí.
La estructura un solo acto, 6 escenas ya que son los momentos en los que salen y entran personajes y 3 cuadros o escenografías diferentes.